miércoles, 10 de junio de 2020

Recuerdo del Rotary tolosano

En la fecha de su creación


Rotary Club Tolosa: Comienzo de Actividades



El Rotary Club de Tolosa, desde que le fuera entregada su carta constitutiva por Rotary International el 11 de junio de 1969, se destacó en el desarrollo de innumerables actividades.
Los socios fundadores fueron Ricardo Ortiz (como primer presidente) acompañado por Carlos Angeloni, Carlos Alonzo, Carlos Angelinetti, Héctor Ainziburu; Antonio Brischetto; Norman Barclay; Bartolomé Balaguer, Francisco Ctibor; Rafael Cavalieri, Nevio Correa, Amadeo Cejas, Oscar Geijo; Juan García, Andrés Lundig; Raúl Lagomarsino, Roberto Panei; Raúl Portela, Antonio Piñeiro, Pascual Sisti, Lorenzo Speranza, Ernesto Marchioni y Carlos Fernández.
El Rotary Club de Tolosa nació como consecuencia de que un vecino de Tolosa, Ostrowiecki (que tenía una óptica y era socio de La Plata) se juntó con Ricardo Ortiz y Rubén Mackaden quienes se encargaron de ir hablándoles a sus vecinos y a sus amigos para juntar la gente. Empezaron a reunirse en el club Universitario de Gonnet, después se reunieron en la calle 3, en el Salón de Actos de DEBA, después siguieron las reuniones en la planta alta del Club Unión y Fuerza
En sus comienzos convocó a diversos historiadores para que determinaran la fecha de la fundación de Tolosa, que en ese momento estaba siendo discutida. Recordemos que Tolosa celebraba su cumpleaños el 7 de junio y tras estudios realizados se tomó como fecha valedera el 20 de diciembre.
También posibilitó a lo largo de su historia, que vecinos y profesionales accedan a diferentes tipos de becas, que ofrecía la Fundación Rotaria y el Rotary International. De esta manera, profesionales que desarrollaron estudios de perfeccionamiento en universidades de distintos países, como Alemania, Francia, España, Estados Unidos e Inglaterra, algunos regresaron para aplicar los conocimientos adquiridos mediante actividades que permitieron transferirlos para el bienestar de la comunidad o el desarrollo científico en centros de investigación.
Otros participaron en becas de intercambio cultural con países como México, Francia, España y Australia. En esos intercambios el club recibió grupos de México, Francia, Estados Unidos, Australia, Tailandia, India, Italia, República Dominicana y Brasil.
Junto a la Comuna participó en la creación de la plaza con juegos “Los Carreros” en el barrio construido cerca de la salida de la autopista a Buenos Aires. También a través del Rotary tolosano, La Plata sumó a su patrimonio escultórico una pieza muy particular: un reloj de sol que responde al anhelo de un socio fundador, el ingeniero Ricardo Ortiz que cuando viajó a Beniganim, un pueblo valenciano, quedó impactado por el “relotge ecuatorial” del lugar.
La máquina para medir el tiempo se instaló en el distribuidor vial Pedro Benoit, dentro del rulo que dibuja la vía que sale -en dirección de Ringuelet a La Plata- desde el distribuidor hacia la avenida 520.
El reloj de sol, que se usa desde tiempos inmemoriales, señala los momentos del día por medio de la iluminación de un cuerpo expuesto a la luz solar o por la sombra que ésta proyecta sobre una superficie.
La escultura de un diámetro de 5 metros y una altura de 5 metros, consta de dos piezas. Una es un cilindro de acero inoxidable con el calado de números y puntos (que marcan las media horas) que permite el paso de la luz. La otra, con forma almendrada, es de chapa, y constituye la base en cuya arista se proyecta la hora. Este reloj solar, fabricado por expertos españoles que lo donaron a la Ciudad, se inauguró el día 15 de mayo de 2010.
Hace cuatro años atrás, la institución reveló su estado crítico: “En los últimos tiempos la participación declinó, tanto que solamente quedan seis socios”. Finalmente se dio la fusión con El Dique.

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