La historiadora Camila Perochena hizo un repaso del contexto histórico en el que tuvieron lugar las tres epidemias más importantes que se registraron en la Argentina.
La pandemia del nuevo coronavirus no
es la primera que conmueve a la Argentina y pone en estado de alerta máxima a
todos los países del mundo.
A lo largo de la historia reciente, fueron varias las epidemias que
amenazaron la sanidad mundial y nacional, y que provocaron cambios
fundamentales en las raíces ciudadanas.
“En Argentina
se pueden desatacar tres grandes epidemias que afectaron de forma importante a
la sociedad. Dos en el siglo XIX y una en el siglo XX”, indicó Camila
Perochena en Pensándolo Bien.
La historiadora
hacía referencia a la propagación del cólera (1867-68), la fiebre amarilla
(1870-71) y la gripe española (1918-19).
“Hay que
considerar a las epidemias en los efectos sociales de la misma manera que
consideramos una revolución, una guerra o una crisis económica. No son
anécdotas”, observó Perochena.
Según la
entrevistada, la epidemia de cólera generó
“una ruptura total en los lazos de solidaridad redes de sociabilidad que
existían hasta ese momento”.
“No se conocía
bien de qué se trataba esta enfermedad. Cómo ni por qué se producía el
contagio. Se creía que era de persona a persona. Eso llevaba a que la gente,
para prevenir la enfermedad, se aislara, se alejara de los enfermos y
abandonara a los muertos”, ilustró.
A su vez, la
diseminación de la enfermedad por el territorio nacional generó una crisis
política e institucional sin precedentes ya que produjo la muerte de un
vicepresidente que en aquel entonces oficiaba de presidente en funciones:
Marcos Paz.
“La crisis se
desató por cómo seguía la línea de sucesión. Bartolomé Mitre se encontraba en
Paraguay por lo que el país se encontró en una acefalía provisoria. Las epidemias crean
instituciones y llevan a repensar las formas de salud pública”, apuntó Camila
Perochena.
Algo similar
ocurrió tres años más tarde con el advenimiento de la fiebre amarilla, que
afectó profundamente a la Ciudad de Buenos Aires.
“Se calcula que
fallecieron 13.000 personas en cuatro meses. Uno de los barrios más afectados
fue San Telmo. Mucha gente abandonó su casa allí”, graficó Perochena.
La historiadora
reveló que la epidemia promovió la creación de
“una especie de comisión popular de salubridad” integrada por “diferentes
personalidades que solicitan distintas cosas al presidente”.
“Encargarse de
actividades de limpieza y desinfección de viviendas. Servicios médicos y
medicamentos gratuitos. Denunciando focos de infecciones. Luego se convirtieron
en instituciones más estables que bregaban por el cuidado de la salud pública”,
agregó.
La última gran
epidemia que sufrió el país tuvo lugar en el final de la Segunda Guerra
Mundial, entre 1918 y 1919. La gripe española tuvo efectos devastadores sobre
la población mundial: 500 millones de infectados y 50 millones de muertos.
“Se diseminó
rápidamente en Europa. Contribuyó el contexto de la guerra. En Argentina, había
una especie de creencia de que esta epidemia no iba a llegar o iba a tardar en
hacerlo. Y que si llegaba, íbamos a ser más inmunes. La realidad es que no fue
así. Murieron más de 15.000 personas. Las medidas que se tomaron en aquel
momento son muy parecidas a las que se tomaron hoy”, concluyó Camila
Perochena.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario