miércoles, 1 de abril de 2020

Inundaciones trágicas

A siete años del mayor dolor

Se invita a conectarse vía Facebook este jueves a las 17:30 horas para acompañar a familiares de las víctimas en el pedido de memoria, verdad y justicia.




Transitábamos las últimas horas de un fin de semana largo, pero para un periodista muchas veces esos días son iguales a los otros, porque el trabajo así lo requiere. Mientras apretaba el “Enter” en el teclado y la Revista Tiempo se cargaba en el pendrive, miraba por la ventana como el agua caía con furia. La calle se había transformado en un río, pero corría como cuando el agua baja de la montaña. Me quedé un rato repasando, los títulos y en un momento me llega una foto de la esquina de 7 y 526 totalmente anegada. Atrás de esta, otra de 7 y 32 y después una de la zona de 13. Hice un par de llamadas a amigos, que me describieron la situación. Al instante, decidí que había que replantear la edición de Revista Tiempo. Pero ya no hubo tiempo… se cortó la luz,… se apagó la computadora y lo demás es historia conocida.
Hoy se cumple un nuevo aniversario de la mayor tragedia platense: la inundación del 2 de abril de 2013. A 7 años de aquel fatídico día, cuando cayó tanta cantidad de lluvia que tapó de agua la Ciudad y los barrios y tuvo a Tolosa como uno de los epicentros de la mayor tragedia. Se contabilizaron oficialmente 89 muertos y arruinó miles de viviendas, registrándose no menos de 350.000 damnificadas.
El dolor del recuerdo se suma al que la justicia responsabilizó a una sola persona por la tragedia: Sergio Lezama, autoridad de Defensa Civil de la Municipalidad de La Plata en esos momentos, quien enfrentó el cargo de incumplimiento de los deberes de funcionario público y le cupo, por el delito, el pago de una multa de $12.500 y una inhabilitación para ejercer cargos públicos por un año.
Entre la madrugada del 2 de abril de 2013 y la mañana del día siguiente, se acumularon casi 400 milímetros de agua y sólo en tres horas –entre las 16:00 y las 19:00- cayeron más de 300, según el Departamento de Sismología e Información Meteorológica (UNLP).
De acuerdo a un informe publicado por la Facultad de Ingeniería sobre las causas de la catástrofe que marcó a la ciudad, “la falta de gestión del riesgo fue determinante en la falta de implementación de acciones preventivas, correctivas y de acción durante la emergencia”.
A continuación, una nota publicada por la editorial Perfil sobre el tema:
La peor inundación provocada por un temporal de lluvia en nuestro país ocurrió hace cinco años en La Plata, donde 89 personas murieron y 350.000 se vieron damnificadas, una tragedia ante la cual la Justicia no estableció aún responsabilidades legales. "Las aguas cubrieron la ciudad durante 15 horas. En ese tortuoso trance se produjo la mayor parte de los fallecimientos de personas ahogadas dentro de sus propias viviendas o arrastradas por la corriente en las calles", explicó Pablo Morosi, periodista y autor del libro "Genealogía de una tragedia".
Según la investigación, publicada por Marea Editorial, en un lapso de sólo tres horas durante la tarde del 2 de abril de 2013 cayeron 302 milímetros de agua de lluvia a raíz de un temporal calificado de "extraordinario" por los expertos.
La "catástrofe meteorológica" de 2013, explicó Morosi, "no tiene antecedentes en el país pero no se gestó de un día para el otro". Su investigación, encarada junto al ingeniero hidráulico Pablo Romanazzi, incluyó la revisión de archivos de la ciudad, entre ellos los del Observatorio de la Universidad Nacional de La Plata, que lleva registro de las lluvias caídas en la zona desde 1909. Morosi y Romanazzi analizaron los 20 eventos meteorológicos con lluvias que hubieran superado los 100 milímetros de agua caída. "Con esos datos fuimos a una hemeroteca para ver qué decían los diarios de la época sobre el impacto de las tormentas, y lo que encontramos fueron crónicas similares a las que se escribieron en 2013, excepto por la cantidad de muertes", indicó Morosi.
Como parte del trabajo, además, cotejaron un mapa de los sitios más inundados en 1930 con las zonas afectadas por la crecida de las aguas hace cinco años. "Se trata casi del mismo dibujo", dijo Morosi.
El Servicio Meteorológico argentino (SMN) emitió en la madrugada del 2 de abril de 2013 un aviso de alerta por tormentas fuertes para La Plata. Fue el único reporte que difundió el organismo encargado de dar información climática. Ante la Justicia, los responsables del SMN explicaron que el radar que debía monitorear el fenómeno que se avecinaba en La Plata estaba roto.
El principal foco del temporal ocurrió entre las 16:00 y las 19:00 horas de ese día. A partir de ese momento, recordó Morosi, "la muerte habitó La Plata". "Sin posibilidad de realizar comunicaciones telefónicas, subidos a los pocos muebles que quedan en pie, encaramados en techos o terrazas, colgados de las ramas de los árboles, los platenses fueron condenados a esperar un auxilio que nunca llegó", señaló.
No fue hasta un año después que la Justicia logró establecer la cifra de víctimas fatales provocada por la tragedia. Los muertos fueron 89, el 70 por ciento de ellos mayores de 65 años. La investigación realizada por el juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata Luis Arias abrió la posibilidad de que otras 17 personas hayan muerto durante el temporal, aunque no se logró comprobar el número en forma fehaciente. Todavía hoy los platenses dudan de la cifra final de víctimas fatales.
"Algunos no tuvieron tiempo de escapar de esta trampa mortal", reconoció en aquel momento el entonces gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, que dos años después de la tragedia fue candidato a presidente y perdió en las elecciones de 2015. Scioli y su gobierno fueron muy criticados por los damnificados, especialmente por la lenta reacción exhibida ante el fenómeno climático.
Horas después del temporal, el entonces intendente de La Plata, Pablo Bruera, protagonizó un papelón en Twitter al difundirse en su cuenta una foto "colaborando" con los damnificados del temporal cuando en realidad estaba de vacaciones en Brasil.
La ciudad había quedado sitiada. Los colectivos de larga distancia no entraban al casco urbano y los pasajeros deambulaban sin saber como retornar a sus hogares, pero lo grave estuvo en las viviendas en donde se perdió todo, incluso la vida.

1 comentario:

  1. El estrés postraumático nos dejó a muchos mal parados y con secuelas impensables. Sigo agradeciendo a los amigos con los que fuimos saliendo adelante. y " Color esperanza" será la canción que nos haga sonreír pensando en ellos para pasar este nuevo desafío!! Muchas gracias Amigos
    !!

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