La TV y un ejemplo confuso

¡Quedate en casa!

En estos días de cuarentena, estamos siendo bombardeados por la frase ¡Quedate en casa!, que apunta a crear en la sociedad un grado de conciencia sobre lo aconsejable que es no exponerse inútilmente a los riesgos del contagio.
Pero este constante repiquetear que lleva a la saturación, junto a la constante difusión de información sobre la pandemia, con discusiones, opiniones y debates durante las 24 horas del día, lleva a cometer errores, que se transforman en risueños ente todo este marco dramático que estamos viviendo.
El error en el zócalo en TN o el fallido en el noticiero de Telefé (ambos con connotaciones sexuales) hablan a las claras que los muchachos de la TV merecen un descanso reparador.
La pregunta es ¿Es necesario repetir una y otra vez, QUEDATE EN CASA? Porque el que ve televisión, obviamente está en su casa y el que anda pululando alegremente por avenidas y autopistas, no está viendo televisión y menos le importa encontrarse en una esquina con el dichoso virus que jaquea a la humanidad.
Pero además, la televisión tiene que pregonar con el ejemplo. Obviamente, el periodista debe informar y para eso necesita movilizarse, pero en los programas de la mañana, los panelistas, ¿que función cumplen? Es gracioso ver a Yanina Latorre opinar sobre la congestión en la Panamericana, después de haber recorrido unos 30 kilómetros desde su casa al canal con un permiso, obviamente, otorgado pero a todas luces innecesario.
Anoche, Lautaro de Tolosa sacó el lingote de plata de la cabina y se adjudicó un suculento premio en el programa que emite canal 13 Bienvenidos a Bordo. Para llegar al canal debió recorrer 53 kilómetros y seguramente habrá tenido que pasar por un par de controles. No imaginamos como habrá hecho para superar el obstáculo. Descontamos que el canal le habrá mandado previamente la autorización para circular, como a los otros 30 y pico de participantes que pasaron por la pantalla. No creo que a las fuerzas de seguridad les alcance con "Voy al programa de Guido".
Entonces, mientras por un lado se predica el "quedate en casa" por el otro movilizamos a la gente, es cierto en número reducido, pero si sumamos el programa de Marley, el de los cocineros, el de costura, etc, podemos decir que ¡mejor que decir es hacer!