La comunidad educativa del Colegio Santa Lucía está de luto, por el fallecimiento de una maestra de larga trayectoria dentro de la institución de la calle 5 entre 522 y 523. Graciela Caldino, con más de 50 años de abnegada labor docente, dejó una huella difícil de borrar, y su aura perdurará por mucho tiempo en el aula que solía transitar, en el desarrollo de su vocación.
Graciela se recibió como docente en el Colegio de
la Inmaculada durante los años 60. Poco tiempo después tuvo la posibilidad de
elegir dónde hacer suplencias y así fue como llegó a la escuela Santa Lucía.
Jubilada hace algunos años, Graciela partió el
lunes 29, a los 77, a causa de un infarto, dejando todo el dolor a sus hijos Diego, Gaby y ujna extensa familia. Decenas de alumnos, familiares y colegas la
despiden compartiendo recuerdos a través de las redes sociales. Entre los
numerosos avisos fúnebres, se sumó el de la institución tolosana que rezaba “La comunidad del colegio parroquial Santa Lucía y su cura
párroco con inmensa tristeza, despiden a una gran compañera. Docente muy
querida de total entrega que, con tanto amor, supo formar en valores a gran
cantidad de niños durante todos los años de servicio como maestra”.
Si no fuera por la pandemia, el sepelio estaría tan
colmado como el 50° aniversario del Santa Lucía, cuando un salón entero se puso
de pie en honor a “la seño”. También se hizo querer entre la hinchada de
Estudiantes, club de sus amores.
“Era nueva, chica, y había mucho por hacer” contó
una vez refiriéndose al establecimiento que la adoptó. Con orgullo y cariño
recordó haber tenido tres generaciones de alumnos, desde la época del tranvía,
cuando pasaba por la esquina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario