Cuarentena, día 113. Número raro si los hay. Medio primo,
medio mufa, pero que marca la longevidad de este aislamiento, que tiene fecha
de vencimiento el 17 de julio, pero no hay que ilusionarse demasiado, porque
después, los tres chiflados vuelven a juntarse y te alargan la espera hasta
vaya a saber cuando.
Son como esos referís de antaño que prorrogaban el
partido hasta que Boca empate, sobre todo si jugaba en la bombonera y enfrente
tenía a un equipo chico, que pretendía amargarle la tarde a un poderoso.
Y hablando de fútbol, vieron que Carlitos Tevez anda a
las patadas con el departamento de fútbol de Boca, y temiendo que pierda, sobre
todo teniendo enfrente a Cascini y al “patrón” Bermudez, el presidente de
Estudiantes, Juan Sebastián Verón le abrió las puertas del club para que siga
jugando en Argentina. Los pinchas están armando una verdadera selección,
teniendo en cuenta que ya cuentan con Andujar y Mascherano, como para jugar el
próximo torneo Inter Geríatricos.
Es un día frío. A la mañana el termómetro marcaba 2
grados. Yo no entiendo por qué no le explican al sol que la cuarentena es para
nosotros y el puede salir libremente sin tener la aplicación Cuidar. Hace
varios días que viene apareciendo un ratito y después se guarda como si tuviera
miedo de contagiarse.
Pero la mejor manera de calenarse es salir a hacer las
compras. Los billetes del hornero se te van “volando” y los precios siempre son
una sorpresa, menos para el INDEC que hace unos años lo dibujaba y
ahora se ampara en la cuarentena, para entregar índices acotados y disociados
con la realidad de las góndolas. Encima, ya no podes seguir los consejos de
Lita de Lázari “camine señora, camine” porque no podes alejarte a mas de cinco
cuadras de tu casa.
Revisando el ticket de la verdulería me desayuné que una
cabeza de ajo cuesta 60 pesos. Inmediatamente fui a la bolsa para comprobar si
el ajo venía con un desodorante bucal incluído en el precio o por lo menos un
Beldent de mentol para mitigar el mal aliento. Pero no, eran los once dientitos,
y nada mas.
El otro día veía en un canal que te decían que en el Mercado Central el kilo de tomate estaba a 60 pesos cuando en
la verdulería estaba a 120 y que el kilo de asado cotizaba a 250 contra los 390
de la carnicería de barrio. Pero claro, hacer 70 kilómetros en plena pandemia,
cruzar no menos de 10 controles e internarse en una zona, por lo menos “poco
santa”, te obliga desistir de la idea y caer en los abusadores locales.
Y hablando de boludeces del canal oficial, ayer veía a
una presentadora tratando de explicar la rotura de los silobolsas en el campo,
mientras mostraba las mismas imágenes vistas en todos los canales. Las bolsas
estaban abiertas de punta a punta y había rastros de un líquido arrojado para
contaminar el grano.
La chica ingenuamente dijo “Hay varios motivos posibles
para este hecho”. Uno, peones despedidos que se vengan de sus patrones; dos,
exceso de carga de las bolsas que se rompen; tres, animales (vacas, caballos,
perros) que las rompen y cuatro, travesura de chicos. Para completar, dijo que
los hechos registrados, no son más que los que se produjeron el año pasado, con
lo cual trató de sacar toda connotación política al asunto. Pero bueno, cada
uno conoce con los bueyes que ara, y puede sacar sus conclusiones.
En donde hay mucha tela para cortar es en lo relacionado
a la muerte del ex secretario de la ex presidente, el testigo protegido Fabián
Gutierrez, ocurrida en El Calafate. El presidente, salió rápidamente a fijar
una posición y dijo que “vincula al hecho con la política y especialmente con el gobierno es una canallada”.
Sin embargo, parece ser que todos los apellidos comunes
en la guía telefónica que estuvieron vinculados con las altas esferas del
gobierno, vienen teniendo “sorpresas”. Tal es el caso de Daniel Muñoz y ahora
le tocó el turno a Gutiérrez. La justicia tendrá que acelerar el paso para
descubrir este entuerto, no vaya a ser que la lista siga con los Baez, que también son muchos en la guía (pese que está lejos en cantidad con relación a los anteriores). Hay que tener cuidado, porque en la lista también se podría anotar a un famoso
apellido, que está entre los más populares, y hasta tiene un hospital en la
ciudad de Buenos Aires.
Espero que esta teoría sea descabellada porque sino
habría que prestarle atención a un ministro de apellido compuesto y ambos
dentro de los más populares.
Hacía tiempo que no escribía. Es que la computadora fue a
boxes y evidentemente en el taller no son como en la fórmula uno que te cambian
las 4 ruedas en 2 segundos. Me dijeron una semanita y aquí estoy a la espera,
viendo Youtube. Ayer me entretuve siguiendo a un santafesino que viajó hasta Ushuaia, para desde allí
salir hacia Alaska en una Econo, una motito que a pesar de su pinta de endeble
se bancaba todo.
Sin conocer la región, me recibí de adivino. Después de
cruzar la balsa y entrar en territorio chileno, el protagonista del viaje
ponderó la ruta por la que transitaba, con asfalto impecable y bien
señalizada. En determinado momento, dijo
no saber si ya había pasado a territorio argentino o estaba en Chile todavía y
yo pensé “cuando empiecen los pozos vas a estar en Argentina” y de repente, no
solo aparecieron los pozos sino el ripio y el serrucho. Una vergüenza.
Ahora me gustaría saber la suerte de este viajero, porque
su envio fue de los primeros días de marzo y seguramente la cuarentena, lo
habrá frenado en el camino. Para llegar al sur tardó 52 días, parando más que
tren lechero. Seguramente el parate le servirá para ajustar las tuercas de su
motito viajera.
Muy buena, para relajarse un poco en estos días de encierro, gracias
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