La Pandorga, un corazón tierno en una figura endurecida por la vida
Los barrios son
como los pueblos y en el inconsciente
colectivo historias y anécdotas que perduras por largo tiempo. Dentro de esas
historias, hay personajes que por determinadas características traspasan la
barrera del anonimato y se aferran en nuestra memoria, a veces con recuerdos
agradables, y otros no tanto, pero con el solo hecho de mencionar su nombre,
nos remonta a un pasado que seguramente roza con la niñez, o por lo menos la
juventud.
Y Tolosa no
escapa a las generales de la ley y
buceando en la memoria colectiva nos encontramos con La Pandorga, una mujer
morena, alta y delgada, que se la conoció como el prototipo de los cartoneros
en el barrio El Churrasco.
Algunos la ubican
por la zona de 116 entre 520 y 521, de donde salía al anochecer, arrastrando un
changuito y caminando rapidito, a veces sola y otras acompañada por su hija, en
busca de su sustento.
Dicen que se
llamaba Luara y que “no era mala”, ya que cuando se acercaban los vecinos para
ofrecerle ayuda, hablaba con ellos amablemente. Pero claro, su tez morena y su
estampa le daban una fisonomía de mujer mala y eso generaba que su sola
presencia hacía temer a los más chicos, que abandonaban sus actividades, por
más entretenidos que estuvieran, para ir a esconderse, hasta que La Pandorga pasara.
Pero casi nunca reaccionaba mal, salvo que la molestaran o le dijeran Pandorga.
De acuerdo a
algunos comentarios, sabemos que sus descendientes todavía están en el barrio
El Churrasco, que acaba de cumplir 154 años. Dicen que también se la vió integrando
una comparsa barrial en los carnavales tolosanos, es que llevaba el ritmo en su
sangre uruguaya, y no podía faltar.
Una vecina del
barrio nos contó que su hija Raquel le dio dos nietos, María y Pedrito y que
este último sabía decir que su abuela había llegado de un lugar de Africa, en
un barco, y como polizón. También comentó que en un principio era una mujer
asustadiza, pero luego se fue relacionando con el vecindario, al punto de
participar en los festejos del carnaval.
Nos quedó
pendiente el por qué de “La Pandorga” y buscando en el diccionario aparecen
definiciones como
“Figurón o muñeco giratorio al que, en juegos caballerescos antiguos, los corredores golpeaban con la lanza, devolviendo éste el golpe si los jugadores no pasaban con la suficiente rapidez.
También se le dice Pandorga a los barriletes o a las mujeres muy gordas, de
pesado movimiento y perezosas”.
Pero recorriendo
el anecdotario de personajes tolosanos nos encontramos con otros también
recrdados como Titino, La Cata y Peloduro, que se había abandonado a la bebida
por todos los tropiezas que se le presentaron en la vida.
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